
La víspera de Navidad de 2023 fue sangrienta para Tabasco. Ese fin de semana hubo motines en cuatro cárceles, y en las calles se vieron balaceras y quema de vehículos. En aquel momento se pensó que incluso había ocurrido un atentado contra el entonces secretario de Seguridad estatal, Hernán Bermúdez Requena, porque hubo un tiroteo cerca de su casa, en Villahermosa, la capital. El gobernador, Carlos Manuel Merino, estaba ese fin de semana con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, a quien había acompañado a la inauguración del Tren del Istmo. Las noticias de la crisis en Tabasco les llegaron al mismo tiempo. No podía ser peor momento para Merino, que se sintió a prueba en ese mismo instante. El asunto lo agravaba el hecho de que López Obrador es originario de ese Estado, al sur de México. El gobernador se excusó, apenado, y le aseguró al presidente que tomaría cartas en el asunto.